bolardos

La falta de civismo de unos pocos nos condena a todos.


"No son agradables, para nadie, ni siquiera para los conductores"

"Serían un gasto público innecesario, si aquellos que estacionan sus vehículos lo hicieran respetando al peatón y sus espacios."

Pensamientos de este estilo deben cruzar por las mentes de los responsables de que Madrid sea un campo de minas-bolardos.



¿Acaso "ellos" nunca andan? Conductores y alcaldes. Sabemos que el nuestro se desplaza en moto -eso dice, de incógnito- y alguna vez se le ha visto en bici -la foto se la hizo-

¿Cómo se justifica el Ayuntamiento de Madrid, para no tomar medidas serias y de largo alcance, que nos libren de los bolardos para siempre?

¿Acaso esta ciudad ha asumido que tiene que convivir para siempre con semejante elementos?



Alguien se ha fijado, que dónde no había bolardos y dónde tampoco existía el problema de la invasión de los vehículos, cuando se reforma la calle se introducen de forma sistemática estos elementos.





Pues, para mí está claro que SON UN GASTO PÚBLICO INNECESARIO, antiestético y peligroso para los peatones.


Y desde aquí quiero proponer:

Señores y señoras diseñadoras del espacio público, se puede utilizar el mobiliario realmente necesario de las calles, mediante una buena planificación, para disuadir a los vehículos de la invasión de la acera – es cuestión de pensar un poquito más y hacer las cosas con mimo- Farolas, papeleras, maceteros, árboles, arriates, parterres y bancos, pueden cumplir ésta función, y sólo, dónde sea estrictamente necesario, se recurre al bolardo –creo que esto está en cualquier manual básico de diseño urbano-

Sin embargo, en Madrid se aglutinan los elementos, respondiendo cada uno a su propio lenguaje incoherente y sin ningún diálogo con el resto, no sólo en cuanto su función, sino también en cuanto su estilo y estética – y este tema es la piedra angular y habrá, espero, muchas más entradas, dónde vuelva a insistir-





Encontramos multitud de casos dónde se duplican los elementos de forma totalmente innecesaria.




No podemos esperar conciencia cívica del ciudadano, si el propio urbanismo de la ciudad da prioridad al espacio del vehículo frente al del peatón. Calles con 30cm de acera, que sin embargo, no renuncia a las plazas de aparcamiento, existen, y han sido recientemente reformadas con la misma distribución en el centro de Madrid.




EDUCACIÓN, señores responsables del Ayuntamiento:

¡Sean valientes! ¡Quiten todos los bolardos, porque está claro que dónde no hay se cuelan!

¡No sirven! La medida no sirve, las aceras están constantemente invadidas - sí, sí defensores del bolardo, sería peor sin ellos, ya sé, lo que estoy diciendo, es que el problema no se soluciona, se esquiva, y obliga a colocar bolardos hasta el infinito y en sitios inverosímiles, porque la imaginación del mal educado es increíble-

Y digo yo no será mejor -será más difícil, sí, pero mucho más efectivo y duradero, y a la larga mucho más barato- educar y concienciar a la ciudadanía, para que esta invasión deje de producirse.
Un año de campaña de información y de persecución del infractor y se acabó el problema para siempre, con cierto seguimiento.

¡Piénsenlo bien!

El dinero de las multas les hace falta, el dinero que se ahorrarían de los bolardos también, y es una acción visible y valiente, muy popular, porque la ciudadanía entera entendería que es algo que nos beneficia a todos.
Bien llevada, es una buena bolsa de votos -dinero y votos, a ver si así les llega, y perdonen por el tópico, pero no tengo yo la culpa, si la imagen que ustedes nos hacen llegar es que sólo les importa este binomio-



Mi intención era hacer un blog, de muchas imágenes y pocas palabras sobre el diseño urbano de la ciudad de Madrid… no lo puedo evitar, necesito expresarlo, y aquí está.

En próximas entradas, procuraré acercarme a mi objetivo inicial.



A quién pueda interesar, ¡saludos!

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